
Durante dos semanas, se ha llevado a cabo esta primera fase centrada en las calles que presentaban un mayor deterioro, como son Chaparro, Peral, Alcornoque, Olmo y el camino de Valdemera. Todas ellas mostraban importantes grietas longitudinales y transversales en el firme que comprometían tanto la seguridad del tráfico rodado como la durabilidad del pavimento.
Los trabajos han consistido en el sellado de fisuras con asfalto en caliente, una técnica que permite evitar filtraciones de agua y prevenir el progresivo deterioro del firme. Con esta medida, se mejora notablemente la seguridad para los vecinos y se prolonga la vida útil de las calzadas.
Esta actuación se enmarca en el compromiso del Ayuntamiento con el mantenimiento periódico de las infraestructuras locales y la mejora continua de la movilidad urbana. “Hemos actuado en aquellas calles que requerían una actuación urgente, pero somos conscientes de que hay grietas en otras vías sobre las que se actuará en futuras fases”, ha explicado el alcalde, Apolonio Alcaide, subrayando que “aunque a simple vista puede parecer una actuación menor, ha supuesto un importante desembolso y los vecinos ya notan cómo se circula mucho mejor” y anunciando que “en estos días” comenzará el asfaltado y hormigonado de una decena de calles del casco histórico.